
Tratamiento, síntomas y prevención de periostitis tibial
“La consecuencia de una gestión de cargas no optima”
¿Qué es la periostitis tibial? ¿Cómo ocurre?
La periostitis tibial, que solemos encontrarlo en los artículos científicos nombrada como síndrome doloroso de estrés tibial medial es una de las patologías mas frecuentes en la fisioterapia musculoesquelética dentro de los corredores. A pesar de no ser una lesión de mucha gravedad puede llegar a ser muy incapacitante.

En consecuencia, tengo que contarte que puede evolucionar a síntomas o patologías más graves como puede ser una fractura por estrés del propio hueso de tibia.
¿Quién sufre el síndrome doloroso de estrés tibial medial? Epidemiología de la periostitis tibial
La incidencia de la periostitis tibial aparece tanto en corredores aficionados como experimentados, con un 4-35% de incidencia en las diferentes poblaciones sobre todo en deportes de impacto repetitivo y por tanto con un sobreuso de un patrón motor.
En cuanto a las estadísticas según el género, hay que tener en cuenta que si eres mujer tienes un riesgo 1,5 a 3,5 veces mayor de progresión a fracturas por estrés.
Las mujeres, en general, tienen una mayor incidencia por la disminución de la densidad ósea y osteoporosis. Aunque también podemos observarlos en la tríada de atletas femeninas (osteoporosis, amenorrea y trastornos alimentarios).
La periostitis tibial suele ser una lesión multifactorial, por lo que debemos tener diferentes aspectos en cuenta como:
- Gestión de cargas en los entrenamientos
- Biomecánica de la carrera
- Pisada
- Calzado
- Capacidad muscular de los estabilizadores intrínsecos del pie o lumbopélvicos entre otros.
Por otro lado, también parece estar asociada la disfunción de los músculos estabilizadores del pie como son el tibial posterior, tibial anterior o el soleo.

Por último, que sepas que el síndrome doloroso de estrés medial tibial se suele asociar a una inflamación del periostio, es decir una periostitis de la tibia, pero también puede aparecer causado por otras patologías asociadas al cuadro clínico como puedes ser tendinopatías, bursitis, fracturas por estrés… (Mattock et al., n.d.).
¿Qué me duele si tengo periostitis tibial? Signos y síntomas del síndrome doloroso de estrés tibial medial
La queja o molestia más común en los pacientes con periostitis tibial es un dolor vago a lo largo de la zona distal de la tibia durante la ejecución de un esfuerzo concreto.

En el fases agudas e iniciales de la lesión el dolor empeora al inicio de la actividad y desaparece gradualmente durante el entrenamiento y vuelve a aparecer minutos después de acabar la actividad.
En cambio, a medida que avanzan los síntomas y persiste la patología el dolor va a presentarse con menor actividad y hasta poder aparecer en reposo.
¿Cuáles son los errores más comunes en los entrenamientos síndrome doloroso de estrés tibial medial?
Otro de los aspectos importante es saber que cantidad de carga provoca los síntomas para ir viendo los niveles de tolerancia de volumen de actividades, de intensidad, del terreno donde se realiza o el calzado, siendo de especial relevancia los cambios de en la forma de entrenar.
Debemos destacar una serie de errores relevantes que se relacionan con las lesiones por estrés en la zona tibial medial:
- Cuando no hay progresión en las cargas. “Queremos avanzar rápido en el volumen y en la intensidad de los entrenamientos”
- Corremos sobre terrenos duros e irregulares.
- Tener lesiones previas y seguir haciendo volúmenes mayores a 32 km semanales.
- No hacer entrenamiento de fuerza durante al menos 1 o 2 días en semana. Esto es importante a varios niveles. Por ejemplo, sabemos que el control de la pelvis y los estabilizadores de tobillo, rodilla y cadera amortiguan el impacto asociado a las estructuras pasivas como el hueso, ligamentos o tendones.
¿Cómo tratamos el síndrome doloroso de estrés tibial medial? Tratamiento de la periostitis tibial
La opción principal en el tratamiento del dolor asociado a periostitis tibial es el tratamiento conservador. Por lo tanto, la fisioterapia tiene un papel muy relevante en dicha lesión.
¿Qué podemos hacer al principio? Tratamiento durante la fase aguda
Parece que en una fase aguda la literatura científica apoya al reposo deportivo, pero no absoluto.
Es decir, tenemos que buscar realizar actividades que beneficien a la lesión, pero que no tengan el impacto repetitivo desencadenante de la clínica del paciente.
Se suelen pedir unas 2-6 semanas de ese descanso relativo para disminuir lo suficiente los signos y síntomas.
¿Cómo hacer el reposo deportivo? Gestión de ejercicios de menor impacto
En este descanso relativo lo que te recomiendo es buscar ejercicios y actividades donde trabajemos la fuerza de la cadera, de la rodilla y del tobillo.

¿Cómo hacer el reposo deportivo? Entrenamiento cruzado
Otra opción que se baraja es el entrenamiento cruzado, es decir entrenar la extremidad contralateral para obtener beneficios conocidos a niveles de fuerza de simplemente entrenar la pierna sana como puede beneficiar a la pierna lesionada.
¿Cómo hacer el reposo deportivo? Hielo e hidroterapia
Una buena opción es el uso de hielo en esas fases agudas de recuperación el hielo después de los entrenamientos durante 15-20 minutos después de la actividad. La hidroterapia y las actividades acuáticas como nadar puede ser una opción válida para nuestro corredor a nivel compensatorio cardiovascular.
¿Qué hacemos cuando pasamos la primera fase? Factores a tener en cuenta en la fase de readaptación o medio plazo
Tendremos que encontrar y pautar muy bien la carga de entrenamientos para conseguir que vayas haciendo más tiempo sin aumentar los síntomas
De tal manera al igual que se realizar en pacientes con tendinopatías habrá que realizar una progresión de cargas muy exhaustiva y realizar un diario de dolor y carga.

Además, habrá que educar al paciente que es recomendable cambiar de calzado cada 400-800 kilómetros de uso.
Antes de irme quiero recordarte que desde KHINN Center podemos darte una visión integral de la “Periostitis tibial”, pudiendo controlar tanto factores biomecánicos de la carrera, fisiológicos de la propia carga de los entrenamientos, la gestión del entrenamiento de fuerza que todos debemos añadir al atletismo y los materiales usados, como son las zapatillas, su uso y la elección del calzado adecuado.
BIBLIOGRAFÍA
Galbraith, R. M., & Lavallee, M. E. (2009). Medial tibial stress syndrome: Conservative treatment options. Current Reviews in Musculoskeletal Medicine, 2(3), 127–133. https://doi.org/10.1007/S12178-009-9055-6/FIGURES/3
Mattock, J. P. M., Steele, J. R., & Mickle, K. J. (n.d.). Are Leg Muscle, Tendon and Functional Characteristics Associated with Medial Tibial Stress Syndrome? A Systematic Review. https://doi.org/10.1186/s40798-021-00362-2
Moen, M. H., Holtslag, L., Bakker, E., Barten, C., Weir, A., Tol, J. L., & Backx, F. (2012). The treatment of medial tibial stress syndrome in athletes; a randomized clinical trial. Sports Medicine, Arthroscopy, Rehabilitation, Therapy & Technology: SMARTT, 4(1), 12. https://doi.org/10.1186/1758-2555-4-12
- Graduado en Ciencias de la Actividad Física y deporte.
- Graduado en Fisioterapia.
- Docente e investigador en Universidad Antonio Nebrija.
- Formador en plataformas internacionales como Fisioterapia en movimiento.
- Entrenador personal cualificado NCSA-CPT.
- Formaciones en «Dynamic Neuromuscular Stability»@universidad_nebrija