
¿Por qué es el ejercicio importante en la población con cáncer?
Quizá todavía no sepas todos los beneficios que practicar ejercicio puede aportarte si has recibido un diagnóstico de cáncer.
Tanto antes de empezar el tratamiento, como durante el mismo y también una vez terminado, es muy probable que no tengas muchas ganas de entrenar, que te encuentres cansado y bajo de ánimos.
Incluso, puede que te estés preguntando si quizá deberías descansar para recuperar tu energía o que incluso amigos o familiares te hayan aconsejado que bajes el ritmo.
Pero lo cierto es que, muchos estudios demuestran que realizar ejercicio con regularidad es una de las mejores formas de reducir la fatiga relacionada con el cáncer, entre otras muchas cosas. Además, cuanto más nos movemos, mejor funciona nuestro cuerpo y en nuestro organismo se producen muchos cambios que podrían tener un papel importante en nuestra recuperación.
En este artículo vamos a explicarte por qué es tan necesario que continúes realizando ejercicio si tienes cáncer, y si antes de recibir el diagnóstico no lo practicabas, ¡es muy buen momento para empezar!
Recuerda: debes moverte, ¡cuánto más, mejor! Si quieres entender más sobre cómo el ejercicio físico puede ayudarte en todo este proceso, ponte cómod@ y continúa leyendo…
¿QUÉ ES EL CANCER?
Si tuviéramos que explicar qué es el Cáncer, tendríamos que contar que es el término que se utiliza para referirnos a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo cuando un grupo de células enferma y comienza a crecer de forma descontrolada, invadiendo espacios cercanos y/o propagándose a otros órganos.
Antes de que profundicemos en algunos conceptos más complicados, puedes echar un vistazo a este vídeo de 8 minutos para aprender algunas generalidades sobre el cáncer (o puedes dejártelo para el final 😜)
¿QUÉ DIFERENCIA UNA CÉLULA SANA DE UNA CÉLULA CANCEROSA?
Nuestro cuerpo está formado por miles de millones de células que se agrupan formando tejidos y órganos.
Cada célula contiene en su núcleo nuestro ADN. Podemos pensar en el ADN como si de un libro de instrucciones se tratase.
¿Y cómo se comporta una célula sana?
Este libro está formado por capítulos (genes) que contienen la información necesaria para que las células sepan cómo comportarse en:
- Cuándo y cuánto crecer
- Qué funciones realizar
- Cuándo reproducirse (dividirse)
- Y cuándo morir, que paradójicamente es algo muy importante para la vida.
¿Y cuándo tiene que morir una célula sana?
Pues bien, según este manual, una célula debe autodestruirse mediante un proceso que se llama apoptosis, cuando a) está defectuosa, b) es innecesaria (cuando hay demasiadas) o c) envejece.
¿Y cuándo tiene que reproducirse (dividirse) una célula? La división en la célula sana
Cuando las células se dividen hacen copias exactas de sí mismas. Normalmente, en los adultos esto sólo sucede cuando el cuerpo las necesita, por ejemplo, para reemplazar células envejecidas o dañadas.
Para reproducirse, una célula se divide en 2 células idénticas, es decir, que las 2 células resultantes contienen la misma información genética y por lo tanto seguirán las mismas instrucciones). Luego estas 2 células se dividen en 4 y así sucesivamente…

Y de esto ¿qué es diferente en la célula cancerosa?
Sin embargo, las células cancerosas no se comportan del mismo modo porque su información genética está alterada, es decir, contienen mutaciones en su ADN, por lo que las instrucciones que deben seguir son erróneas.
Esas instrucciones erróneas, que llamamos mutaciones genéticas, pueden:
- ser heredadas (nacemos con ellas),
- aparecer con el tiempo a medida que envejecemos.
- aparecer como consecuencia de estilos de vida poco saludables.
- aparecer al exponernos a agentes cancerígenos (sustancias que dañan nuestros genes) como el humo del tabaco, el alcohol o la luz ultravioleta.
Por lo tanto, las mutaciones hacen que las instrucciones que contiene una célula sean confusas de interpretar, de modo que la célula, a pesar de estar dañada, no es capaz de autodestruirse.
¿Y entonces, qué sucede con las células con instrucciones erróneas?
Sin saber cómo comportarse, la célula cancerosa comienza a crecer y dividirse de forma descontrolada, por lo que se acumulan numerosas células idénticas (todas con los mismos errores en su manual de instrucciones) pudiendo formar un tumor.
¿ENTONCES, SI TENGO UN TUMOR TENGO CÁNCER?
NO. Los tumores son bultos o masas de células que no siempre producen cáncer.
En función de si un tumor tiene la capacidad o no de invadir otras partes del cuerpo distinguimos entre:
- a) tumores benignos
- b) tumores malignos.
A. ¿QUÉ ES UN TUMOR BENIGNO?
Los tumores benignos no invaden otros órganos o tejidos del cuerpo.
Tienden a crecer lentamente y, aunque no suelen ser problemáticos, en ocasiones deben ser extirpados para evitar complicaciones médicas, por ejemplo, cuando al crecer de tamaño comprimen estructuras cercanas.
Los lipomas en la piel y los fibromas en el útero son ejemplos de tumores benignos.
Algunos tipos específicos de tumores benignos pueden convertirse en tumores malignos. Por ejemplo, los pólipos de colon pueden convertirse en malignos y, por lo tanto, suelen extirparse quirúrgicamente. (1)
B. ¿QUÉ ES UN TUMOR MALIGNO?
Los tumores malignos contienen células que pueden desprenderse del tumor y llegar a otros tejidos y órganos cercanos y/o distantes.

Estas células viajan a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático:
- Las células cancerosas que viajan por el torrente sanguíneo pueden llegar a órganos distantes.
- Si viajan a través del sistema linfático, pueden acabar en los ganglios linfáticos.
En cualquier caso, la mayoría de las células cancerosas que escapan, mueren o son eliminadas antes de que puedan empezar a crecer en otro lugar. Pero en ocasiones, pueden instalarse en una nueva zona y empezar a crecer y dividirse formando nuevos tumores.
Esta propagación del cáncer a una nueva parte del cuerpo se denomina metástasis.
¿QUÉ TENGO QUE SABER SOBRE LA METÁSTASIS?
Las metástasis pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, aunque la mayoría tienen lugar en el hígado, los pulmones, el cerebro y los huesos, ya que son los órganos más irrigados por la sangre.
¿QUÉ TRATAMIENTOS HAY PARA LOS TUMORES MALIGNOS?
Los tumores malignos pueden propagarse rápidamente y requieren tratamiento para evitar las metástasis. Las opciones pueden ser:
- Si se detectan a tiempo, el mejor tratamiento es probablemente la cirugía con posible quimioterapia o radioterapia.
- Si el cáncer se ha extendido, el tratamiento será probablemente sistémico (esto quiere decir que en lugar de dirigirse al tumor específicamente, actuará en todo el cuerpo para poder acabar con las células que se hayan desprendido del tumor), como quimioterapia o inmunoterapia. (1)

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENEN LAS CÉLULAS CANCEROSAS?
Aunque hay muchos tipos de cáncer, se han descrito una serie de características que comparten todas las células cancerosas (2,3):
- Como hemos mencionado, se reproducen de forma rápida y descontrolada.
- Desarrollan mecanismos que permiten evitar la apoptosis (autodestrucción celular), por lo que se altera el equilibrio entre las células que nacen y las que mueren.
- No se adhieren entre ellas correctamente, por lo que pueden desprenderse del tumor e invadir otros tejidos cercanos o viajar por los sistemas circulatorio y linfático llegando a otros órganos y/o ganglios.
- Envían señales para formar nuevos vasos sanguíneos (proceso llamado angiogénesis) que funcionan como pequeñas tuberías que aportarán los nutrientes y el oxígeno necesarios para que el tumor pueda crecer. Sin embargo, estos nuevos vasos no forman una red organizada, sino que generan un ambiente alrededor del tumor que contiene poco oxígeno. Este ambiente resulta ideal para que el tumor crezca, pero no permite que sobrevivan otras células sanas. Además, estas pequeñas tuberías están tan desorganizadas que no permiten que algunos fármacos puedan atacar al tumor por esta vía.
- No utilizan los mismos mecanismos para obtener energía que las células sanas. Nuestro organismo obtiene energía gracias a una serie de reacciones químicas que tienen lugar en nuestras células. Las células cancerosas modifican este proceso para poder crecer de forma más rápida e invadir nuevos tejidos. Como resultado de estas reacciones se crea un ambiente ácido alrededor del tumor que, de nuevo, es perfecto para que el tumor sobreviva.
- Consiguen evitar al sistema inmune (encargado de eliminar sustancias extrañas o dañinas de nuestro cuerpo). Nuestras células inmunitarias pueden suprimir el crecimiento del tumor o promoverlo.Por un lado, la red de vasos disfuncional y el ambiente ácido creado alrededor del tumor dificulta la llegada y acción de nuestras células inmunitarias. Por otro, algunas células inmunitarias son reclutadas por el tumor y en lugar de destruirlo comienzan a actuar como aliadas.

¿POR QUÉ EXISTEN TANTOS TRATAMIENTOS PARA COMBATIR EL CÁNCER?
Precisamente porque hay muchos tipos de cáncer y de tumores no existe un único método o técnica particular de tratamiento.
Entre las opciones más utilizadas encontramos:
- Quimioterapia
- Cirugía
- Radioterapia
- Terapia dirigida
- Terapia génica
En algunos casos, el plan de tratamiento puede utilizar una combinación de varios métodos para obtener la máxima eficacia.
Además, como cada vez se conoce mejor el proceso biológico de los tejidos cancerosos, constantemente se desarrollan nuevos procedimientos y planes de tratamiento para aumentar su eficacia y precisión, permitiendo así una mayor supervivencia de los pacientes y mejorando su calidad de vida. (4)

¿CÓMO SE CURA EL CÁNCER?
Aunque el objetivo de un plan de tratamiento contra el cáncer puede ser eliminarlo, en algunos casos consiste en reducir la enfermedad hasta un estado subclínico (sin síntomas) para que el paciente lleve una vida normal.
Una cura significa que el cáncer ha desaparecido por completo, que no se necesita más tratamiento y que no se espera que el cáncer vuelva a aparecer. Es raro que un médico pueda estar seguro de que el cáncer no volverá a aparecer.
En la mayoría de los casos, cuanto más tiempo esté una persona sin cáncer, mayor será la probabilidad de que el cáncer no vuelva a aparecer.
Por esta razón, a menudo, cuando el tratamiento parece tener éxito, los médicos dicen que el cáncer está «en remisión», en lugar de «curado». (5)
¿PUEDO REALIZAR EJERCICIO SI TENGO CÁNCER?
¡No solo puedes, sino que deberías!
Gracias a los avances médicos y a la detección precoz del cáncer, el número de supervivientes aumenta cada vez más.
Por esta razón se hace tan necesario abordar los problemas de salud únicos a los que se enfrentan los supervivientes de cáncer como resultado de la enfermedad, su tratamiento y las condiciones adicionales relacionadas. Y aquí se ha visto que el ejercicio puede ayudarte, y mucho…
Por ejemplo, la fatiga puede persistir en el 25% de los supervivientes de cáncer muchos años después de haber terminado el tratamiento, esto dificulta la vuelta al trabajo y la vida independiente. Además, el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca puede aumentar con algunos tratamientos contra el cáncer.
¿Qué más motivos hay para hacer ejercicio durante el cáncer?
El cáncer es también una enfermedad fuertemente vinculada al envejecimiento, por lo que los efectos adversos propios de cumplir años aumentan la carga total de la enfermedad.
Históricamente, se aconsejaba a los pacientes con cáncer que descansaran y evitaran la actividad física, pero las primeras investigaciones sobre el ejercicio en las décadas de 1990 y 2000 cuestionaron este consejo. (6)
Actualmente contamos con numerosos estudios que demuestran que la práctica regular de ejercicio físico ayuda a reducir los efectos secundarios de algunos tratamientos oncológicos como la fatiga, la ansiedad, la depresión y que mejora la calidad de vida de los supervivientes de cáncer. (7)
La Sociedad Americana Contra el Cáncer, una de las organizaciones líderes a nivel mundial en investigación y apoyo a los pacientes, nos explica la importancia de volvernos físicamente más activos en el siguiente enlace: AMERICAN CANCER SOCIETY
Pero… Además de disminuir los efectos secundarios ¿puede el ejercicio ayudar en la lucha contra el cáncer?
Sí. Realizar ejercicio no solo es beneficioso para reducir los efectos secundarios.
Sino que los resultados de estudios recientes sugieren que practicar ejercicio podría mejorar la eficacia del tratamiento farmacológico e incluso representar una herramienta terapéutica que dificulte el desarrollo de los tejidos cancerosos a través de los siguientes mecanismos:
- Mejorando la vascularización del tumor. Esto permite que nuestras células inmunitarias y los fármacos lleguen a las células cancerosas. Además, permite que también llegue más oxígeno, lo que dificulta el crecimiento del tumor (recordamos que los tumores se desarrollan mejor en ambientes con poco oxígeno). (8)
- Pudiendo contribuir a que se reduzca el ambiente ácido que necesitan los tumores para sobrevivir. (9)
- Ayudando a que nuestras células inmunes luchen contra el tumor en lugar de trabajar a favor de su crecimiento. (10)

¿CÓMO PUEDO EMPEZAR A HACER EJERCICIO?
Lo ideal para individualizar un programa de ejercicio es que antes de comenzarlo se realice una evaluación de tu estado de salud, tu tratamiento y de todos los componentes de la aptitud física relacionada con la salud (la aptitud cardiorrespiratoria, la fuerza y la resistencia muscular, la composición corporal y la flexibilidad). Si no recuerdas las características del ejercicio físico y la importancia de su prescripción puedes pulsar AQUÍ.
Sin embargo, esto no debe suponer un impedimento para comenzar a ser más activo, en la mayoría de los casos, no es necesario realizar evaluaciones para iniciar un entrenamiento cardiovascular de baja intensidad (por ejemplo, caminar o montar en bicicleta), un entrenamiento de fuerza con progresión gradual o un programa de movilidad. Todo esto es mejor que nada y puede ser una manera de empezar, por eso en muchas ocasiones los oncólogos “simplemente” animan a los pacientes a moverse más.
En algunos casos podemos necesitar que el médico autorice empezar, especialmente si nunca has realizado ejercicio o ante la presencia de síntomas cardiovasculares, renales o metabólicos. (6)
Pero si acudes a un sitio con profesionales especializados, ellos podrán decirte si hace falta una autorización por parte de tu médico e incluso consultar con él por qué creen que es necesaria.

De cualquier modo, si eres paciente oncológico o lo has sido, el ejercicio es muy beneficioso para tu salud. Seguro que si encuentras a profesionales que te guíen podrás encontrar una manera mejor y más efectiva para encontrarte lo mejor posible.
KHINN Center es un centro de rehabilitación física y entrenamiento donde tecnología y ciencia se unen para recuperar y mejorar tu salud. Aquí podemos ayudarte en este proceso.
¿Te animas a venir a conocernos?
REFERENCIAS
1. Patel A. Benign vs Malignant Tumors. JAMA Oncol. 2020;6(9):1488.
2. Sánchez C. Conociendo Y Comprendiendo La Célula Cancerosa: Fisiopatología Del Cáncer Knowing and Understanding the Cancer Cell: Physiopathology of Cancer. Rev Médica Clínica Las Condes. 2013;24(4):553–62.
3. Folkman J, Kalluri R. Cancer without disease. Nature. 2004;427(6977):787.
4. Wang JJ, Lei KF, Han F. Tumor microenvironment: Recent advances in various cancer treatments. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2018;22(12):3855–64.
5. Can Cancer Be Cured? [Internet]. American Cancer Society. [cited 2022 Sep 28]. Available from: https://www.cancer.org/treatment/understanding-your-diagnosis/can-cancer-be-cured.html
6. Campbell KL, Winters-Stone KM, Wiskemann J, May AM, Schwartz AL, Courneya KS, et al. Exercise Guidelines for Cancer Survivors: Consensus Statement from International Multidisciplinary Roundtable. Med Sci Sports Exerc. 2019;51(11):2375–90.
7. Schmitz KH, Campbell AM, Stuiver MM, Pinto BM, Schwartz AL, Morris GS, et al. Exercise is medicine in oncology: Engaging clinicians to help patients move through cancer. CA Cancer J Clin. 2019;69(6):468–84.
8. Esteves M, Monteiro MP, Duarte JA. Role of Regular Physical Exercise in Tumor Vasculature: Favorable Modulator of Tumor Milieu. Int J Sports Med. 2021;42(5):389–406.
9. Pedersen L, Christensen JF, Hojman P. Effects of exercise on tumor physiology and metabolism. Cancer J (United States). 2015;21(2):111–6.
10. Spiliopoulou P, Gavriatopoulou M, Kastritis E, Dimopoulos MA, Terzis G. Exercise-Induced Changes in Tumor Growth via Tumor Immunity. Sports. 2021;9(4):1–11.